Mi nombre...
Mi apellido...
Hasta mi dirección...
No importan.
Suenan telefonos lejos de aquí, suenan y suenan, lejos muy lejos.
Y no hay cura para mi sangre... hecha de papel.
lunes, 19 de enero de 2009
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Me gustan tus dibujitos... Aunque un poco desesperados últimamente, no? A veces el nombre no importa tanto como seguir siendo uno mismo ;)
ResponderEliminar...agua y espirales...miradas perdidas...
ResponderEliminar...me enganchan los dos!...no pienso inclinar la balanza...=P...
(...yo, normalmente, al teléfono le quito la voz...y así me quito los problemas...)
Encantada de curiosearos...y de perderme a ratitos por aquí...